Qué pena interrumpir a la dama o al caballero que venían meditando, escuchando la radio, leyendo un buen tweet o escribiendo otro. En el día de hoy les vengo a ofrecer este pequeño escrito.
No sé si será nuestra naturaleza o un pacto con el diablo que tienen los de mercado y ventas. Pero ellos logran que sin necesitar nada, sin tener un peso en el bolsillo, con una simple palabra seamos débiles ante ellos. Sí una simple palabra o sus sinónimos; oferta, rebaja, sale, precios bajos o el nombre que le den a su promoción. Siempre logran engancharnos con sus palabras.
Pero qué hay detrás de todo esto, por qué nuestro cerebro es tan susceptible a las promociones, si no obtenemos más por menos no quedamos contentos. Y como ellos lo saben, juegan con nosotros. Yo sé, todos sabemos que suben los precios para después bajarlos para así satisfacer nuestras débiles mentes.
Todos hemos comprado cosas porque sentimos que su precio es bajo, atractivo, realmente una oportunidad pero no lo es, es mentira. Así como lo son los famosos outlets y similares, todos son palacios de la mentira para hacernos gastar.
Y así como este escrito no va a hacia ningún lado, las ¨promociones¨ tampoco nos llevan hacia algún lado, comprar en promoción no es el acto más astuto, además que menosprecia nuestra adquisición o dígame usted si comprar una cartera de Carolina Herrera en promoción es chic. Está en promoción porque nadie lo quiso comprar, fue un articulo sin valor para alguien más.
Aveces siento que es contradictorio y que es un tema sin mucho fondo si comprar o no comprar en promoción, si bien siempre vamos a necesitar cosas ya sea por la necesidad física o psicológica las promociones causan en nosotros ese efecto de cegamiento que nos hace llegar de nuevo a casa con bolsas de cosas que no necesitábamos e incluso ni queríamos, pero que por el factor precio terminamos llevando como trofeo a la estupidez.
Entonces los invito a sacar todas esas cosas inútiles que hayan comprado en promoción, vestirse de pies a cabeza con ellas y tomarse una foto para llevarla en la cartera, de esta manera cada vez que vayan a comprar pendejadas en alguna otra promoción, miren a la ridícula de la foto que con solo verla les dirá: NO COMPREN BASURA EN PROMOCIÓN.