
Los machos eran así, y digo eran porque es una especie en vía de extinción y no es que el feminismo los haya apaciguado con la fuerza ha cobrado. De lo cual me declaro entusiasta más no fanática. Simplemente eran otros días y los tiempos han cambiado, el hombre ya no es tan hombre ni tan macho como aquellos días, se ha vuelto delicado, descortés y abusivo.
Recuerdo a esos machos, mi abuelo, mis tíos y a su grupo de amigos. Hombres impecables, correctos. Tomaban ron, jugaban cartas, fumaban tabaco y jamás protagonizaron escandalos de esos que tanto se ven hoy en día: ¨Conducia ebrio y atropelló a una pareja¨, ¨Salió de un bar a altas horas de la noche y agredió a su acompañante¨. Hombres de bien, educados y formales. Hombres, hombres. No como los mamarrachos que vemos hoy en día.
El hombre macho no hacía dieta, ni vivía pendiente de cómo cuidar su cutis, sabía cómo arreglar una tubería en la casa y también sabía cómo comportarse en la mesa. Cuando tenía que mostrar su poder en la calle lo hacía y volvía a su casa a satisfacer a su señora e implantar el ejemplo en su familia.
Ahora, no entiendo dónde y por qué se se fueron perdiendo estos machos? Hombres que sabían de todo, les daba miedo tener miedo, personajes a los cuales era interesante oírle sus historias, ahora solo son un puñado de historias vacías y de temas triviales. El hombre macho le daba valor a la mujer, el hombre macho era hombre.