Sin temor a equivocarme podría asegurar que hoy fue la primera vez en que me pidieron ¨una monedita¨ y en la que sinceramente, mirando a los ojos pude decir; no, no tengo. Sé que para el pobre habitante de la calle resultaría difícil de creer que alguien vestida como yo, con mis zapatos nuevos y mis gafas con lentes de mil filtros, con filtros que protegen de los otros filtros. De verdad no tuviera ni una insignificante monedita para dar. Pero fue así, dentro de mi cartera, que combina perfectamente con mi bolso, no tenía ni una simple monedita por menor que fuera la denominación. Ni pensar en billetes, por ese lado estaba aún peor.
Seguí caminando unos cuantos metros y pasé frente a una tienda, una de mis preferidas, donde toda la vitrina estaba llena de cosas nuevas, me vi reflejada en el vidrio con mis zapatos nuevos, mi bolso, mi abrigo, mi fular y demás tonterías que llevaba encima y fue cuando involuntariamente sonó mi estómago, recordándome que no había comido hace ya varías horas. Debo reconocer que tengo un problema, uno muy grande, no sé establecer prioridades monetarias. Cosa que me lleva a ser casi un mendigo, pero con zapatos lindos y el armario lleno de prendas, bisutería y accesorios inútiles.
Lo que Ud. anhela se encuentra en los principios del verdadero cristianismo enseñados por N. S. Jesucristo, que se encuentran en los Evangelios como parte de las Santas Escrituras o Biblia. Por ejemplo: “Les doy un nuevo mandamiento: que se amen unos a otros; así como yo los he amado, que ustedes también se amen los unos a los otros. En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tiene amor entre sí” (Juan 13:34,35). “Por lo tanto, todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos” (Mateo 7:12). “No devuelvan mal por mal a nadie. Provean cosas excelentes a vista de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres. No se venguen, amados, sino cédanle lugar a la ira; porque está escrito: “Mía es la venganza; yo pagaré, dice Jehová”. Pero, “si tu enemigo tiene hambre, aliméntalo, si tiene sed, dale algo de beber; porque haciendo esto amontonarás brasas ardientes sobre su cabeza”, No te dejes vencer por el mal, sino sigue venciendo el mal con el bien” (Romanos 12: 17-21). Pero, ¿Por qué está el mundo lleno de odios, guerras, enemistades y el sufrimiento que esto acarrea? Porque, al contrario de lo que la gente cree, no es Dios el que lo está gobernando sino Satanás el Diablo, espíritu poderoso que se rebeló contra el Dios verdadero, Jehová, y causó la rebelión de la primera pareja humana, quedando desde entonces la humanidad bajo gobiernos humanos inspirados por el diablo (1 Juan 5: 19). Estos gobiernos donde predomina la injusticia, la opresión, la corrupción, el militarismo, y que han sido incapaces de resolver las elementales necesidades humanas: vivienda, alimentación, salud, justicia, paz y haarmonía, pronto serán reemplazados por un único gobierno de Dios por medio de Jesucristo desde los cielos, que él nos enseñó a pedir en el padrenuestro “Venga tu Reino” (Mateo 6:9,10). Todos estos aspectos se explican en el Manual de 224 páginas “¿Qué enseña realmente la Biblia? que sin costo ni compromiso pongo a su disposición. Igualmente puedo suministrarle un ejemplar de la Biblia de tamaño portátil en lenguaje moderno fácil de entender. Soy Eduardo Novoa Novoa, Ministro en la congregación de los Testigos Cristianos de Jehová, en Bogotá D. C.
ResponderEliminarQue belleza, uno encontrando su otro yo jajajja
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