viernes, 6 de mayo de 2011

Señorita, no me queda pero igual me lo llevo






¿A cuántas de nosotras no nos ha pasado? Incluso me atrevería de decir que a los hombres también les pasa. Entramos a la tienda de ropa, vemos algo que nos gusta, que está en promoción o que por alguna manera nos llama la atención, decidimos pedirlo y es cuando la vendedora nos viene con la sorpresa; lo siento señorita: pero esto no lo tengo en su talla, en color que usted busca o cualquiera que sea la excusa. No importa así nos llevamos el tan deseado artículo. Claro que existe un caso aún peor en el que nos llevamos algo que ni estábamos buscando, ni necesitábamos, incluso sabemos que no sale con nada de lo que tenemos en nuestro closet y sin importar le echamos el tan doloroso tarjetazo sabiendo que al final nos arrepentiremos de aquella decisión.


Pasa exactamente lo mismo con las relaciones, ves al sujeto te gusta y todo el mundo te dice que no es para vos y sin embargo decides ir hacia él, incluso una voz dentro de ti ¨no es para ti, no lo compres¨ -esta voz se llama conciencia, pero nunca le hacemos caso-. Decimos, al igual que con la ropa con unas cuantas puntadas y queda perfecto para mi, lo mando tinturar, le cojo el dobladillo etc… Yo le enseño a bailar, a comer, a hablar bien o lo que sea… ¡Mentira! eso no existe no hay nada más torcido que querer enderezar algo que ya se encuentra torcido.


Si bien casi nadie tiene la posibilidad de mandar a hacer su ropa, mucho menos se tiene la posibilidad de mandar a hacer a nuestra pareja ideal. Pero así como algunas veces después de pasear de tienda en tienda, de pasar de un vestidor a otro, de caminar kilómetros en centros comerciales podemos dar con nuestra prenda deseada y tan buscada. Quizás pase lo mismo con nuestra media naranja.


Ojalá no nos pase a ninguno de nosotros que nos llevemos la prenda equivocada, ¨no es lo que buscaba pero igual me lo llevo¨.

2 comentarios:

  1. bueno tengo varia preguntas

    1. de donde eres??
    2. por que llegaste al tema??
    3. en que te basas para creer que lo torcido no tiene arreglo???

    pienso y es algo muy personal, que los seres humanos podemos cambiar, aunque también tengo claro que es mas decisión propia que por influencia de otra persona, pues nadie cambia a nadie, la media naranja o tu soul sister como quieras llamarlo es mas aceptar como es el ser humano del que te enamoraste y no querer hacer de el o ella tu sueño frustrado, es decir cambiarla.
    dejo claro que es mi pensar, no tiene por que ser así pueda que tu tengas razón o mas experiencia que yo en el tema.

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  2. "No es lo que buscaba pero igual me lo llevo" será uno de los refranes que desde ahora intermitirá en rojo dentro de mi mente cual cronómetro de bomba confesándome lo impulsivo, mediocre, conformista y cobarde que he sido toda vez que encontré bastante menos de lo que esperaba en una mujer; decidiendo vestirme tres tallas menos a la mía e incomodarme con lo apretado y asfixiante de una prenda enteriza que, sobre la pasarela no sólo me hizo hacer el ridículo al pretender que lo chiquito fuera grande, sino por las múltiples caídas que me procuré producto de las maromas accidentas que jamás ensancharon ni en milímetros lo estrecho de un jean mohoso, caqui color mierda y del olor del color.

    Más sin embargo, me retraeré como pene al sentir frio, por lo impotente de no tener la talla estándar que muchos sí, y asumir el trauma de vestirme ancho o encogido, o siendo Diesel tener que ser Americanino, o igual de peor, siendo Diesel tener que ser el diseño de otra marca más exclusiva pero más aburrida, para que al final de esta parsimonia histriónica, haya quedado disfrazado de aspecto gansteril, o por defecto termine siendo un arreglo aguardientósamente ordinario; y así, tener que decir como ya lo he aprendido bien, que: “No es lo que buscaba pero igual me lo llevo, porque me vale mil veces webo”

    Sólo así, lo que no es de tu talla, por si sólo busca ser la tuya, mientras que bebes birra o fumas porro a lo Bob Marley o mientras simplemente jartas café a mi estilo, eso sí, mientras te amas a ti mismo al estilo Wilde, y mientras viajas lejos sobre el poder del océano al estilo Borges; por cierto, mientras ves que, cada asno, con tu tamaño.

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